Hoy estoy lloviendo.
Mis nubes parpadean.
Y mis manos como montañas recogen el agua.
Un mismo ciclo. Un mismo círculo.
Cuando hablo de cosas importantes no puedo evitar llover.
Y tratar de olvidarlo después, como cuando sale el sol después de un vendaval, la gente sale a tomar a el sol y se olvida de la lluvia.
Aún con los años me sorprende mi facilidad para llorar o llover, al fin y al cabo son la misma cosa,
Pero supongo que si lo hago es porque amo, porque me importa y porque tengo agua acumulada dentro de la cara, naturalmente.
Ahora que lloví estoy seca.
Pero de mis montañas algo está creciendo, éstas palabras.
cuánta verdad aquí,
ResponderEliminartodo tan traslúcido en un charquito de letras
que me inundo y me ahogo también de besos:
esos cursis y melosos besos que trae al alma
la poesía.